SCRAB I
Su tamaño compacto lo hace ideal para unidades portátiles, donde la movilidad es imprescindible.
Todo el equipo necesario para la realización de un vuelo puede ser transportado en un vehículo de medianas dimensiones y la puesta en vuelo puede ser llevada a cabo por 3 operadores en tiempo inferior a los 30 minutos. Del mismo modo, el sistema es embarcable para la realización de operaciones en la mar, para lo cual, los componentes principales poseen un nivel de protección IP-67.
La motorización se confía a un turborreactor, de arranque autónomo automático que ofrece la máxima simplicidad y seguridad de operación. Este tipo de motorización ofrece unas capacidades de velocidad y vuelo en altura imposibles de obtener con tradicionales motores alternativos. Adicionalmente el uso de combustible estándar de aviación simplifica el suministro para el usuario final.
El autopiloto de última generación permite la realización del vuelo de modo completamente autónomo, desde el lanzamiento a la recuperación, de forma precisa y fiable con distancias de radio enlace superiores a los 100 km. Con una única estación de tierra, un operador puede controlar de forma simultanea hasta 4 aviones, pudiendo utilizar tantas estaciones como se necesite, por lo que el número máximo de plataformas en vuelo es prácticamente ilimitado.
Una amplia variedad de cargas útiles está disponibles para la realización de los diferentes tipos de ejercicios. Entre ellas se encuentra la utilización de radar-altímetro con el que es posible realizar vuelos en sea-skimming o todo tipo de amplificadores radar, IR y visuales.
Todo el equipo necesario para la realización de un vuelo puede ser transportado en un vehículo de medianas dimensiones y la puesta en vuelo puede ser llevada a cabo por 3 operadores en tiempo inferior a los 30 minutos. Del mismo modo, el sistema es embarcable para la realización de operaciones en la mar, para lo cual, los componentes principales poseen un nivel de protección IP-67.
La motorización se confía a un turborreactor, de arranque autónomo automático que ofrece la máxima simplicidad y seguridad de operación. Este tipo de motorización ofrece unas capacidades de velocidad y vuelo en altura imposibles de obtener con tradicionales motores alternativos. Adicionalmente el uso de combustible estándar de aviación simplifica el suministro para el usuario final.
El autopiloto de última generación permite la realización del vuelo de modo completamente autónomo, desde el lanzamiento a la recuperación, de forma precisa y fiable con distancias de radio enlace superiores a los 100 km. Con una única estación de tierra, un operador puede controlar de forma simultanea hasta 4 aviones, pudiendo utilizar tantas estaciones como se necesite, por lo que el número máximo de plataformas en vuelo es prácticamente ilimitado.
Una amplia variedad de cargas útiles está disponibles para la realización de los diferentes tipos de ejercicios. Entre ellas se encuentra la utilización de radar-altímetro con el que es posible realizar vuelos en sea-skimming o todo tipo de amplificadores radar, IR y visuales.
